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El grito
Edvard Munch (1910) Noruega |
Esta obra, realizada con la técnica de temple sobre tabla, forma parte de un ciclo de pinturas autobiográficas del pintor noruego, cuyos temas reflejan el interés del artista en las temáticas de la vida, las relaciones humanas, la muerte y el temor. Esta misma imagen fue realizada por el artista con diversas técnicas, como pastel y litografía. La obra pretende, a través del uso de formas simplificadas, un máximo contenido expresivo. La composición está dividida en tres partes: la costa del mar o litoral, el cielo y las colinas. Las ondas azules y verdes del litoral se propagan y conjugan con las del cielo de color amarillo y rojo intenso. Detrás de la barda, conformada por dos líneas rectas, aparecen las figuras de dos personas a lo lejos y una al frente de la escena presumiblemente del artista. Esto se dedujo de una página del diario de Munch con fecha de 1892, en donde el autor describió una tarde mientras paseaba con dos amigos suyos. De pronto, sintió una sensación de ansiedad cuando advirtió el cielo que se pintaba de un rojo intenso y contrastaba con el mar azul, casi negro, del paisaje. Él describió que pudo sentir "los lamentos de la naturaleza". La intensión de los artistas simbolistas como Munch, buscaban representar visualmente las percepciones sensitivas, esto es, relacionar lo que se escucha o lo que se siente con su representación visual, expresado de otra manera, la unión de los sentidos. Esta obra se encuentra en el Museo Munch ubicado en Oslo, y guarda unas dimensiones de 66 x 83 cm. |
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