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Madonna
Edvard Munch (1894) Noruega |
Esta obra es una de las cinco referidas bajo el título de "Madonna" que Edvard Munch realizó durante su vida. El artista usualmente retornaba a trabajar sobre un mismo tema una y otra vez, explorando sus posibilidades y límites, de manera que creaba diversas versiones de un mismo título. A pesar del título religioso que denomina a la obra, Munch no fue una persona católica. Él consideraba al ciclo de la vida mismo como un fenómeno religioso. El amor y la muerte eran para él dos lados de una moneda, pues del amor surge la procreación de un nuevo ser que nace y muere finalmente como parte del ciclo de la vida. Esta obra originalmente se titulaba "Mujer amante", y simboliza lo que Munch consideraba como los actos esenciales del ciclo vital femenino: la sexualidad, fertilización, procreación y muerte. En la imagen se observa el medio cuerpo desnudo de una mujer con largos cabellos negros. La rodea un halo color sangre que simboliza el acto de fertilización y procreación, pues es la mujer poseedora de estos atributos. Su cuerpo está rodeado por capas de colores dorados que simbolizan su aura. El rostro de la mujer ha sido claramente definido con naturalidad y serenidad, mientras que su cuerpo se observa dibujado con trazos de color y sombras que diluyen su forma. La obra se exhibe en el Museo Munch en Oslo. |
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