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La persistencia de la memoria
Salvador Dalí (1931) España |
Este cuadro de pequeño formato (24 x 33 cm) es el segundo cuadro más visitado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su tema es "el tiempo", lo cual se percibe a simple vista ya que en este paisaje, quizá de un atardecer, aparecen diversos relojes "fundiéndose". Su consistencia es totalmente irrazonable, ya que únicamente en sueños puede ocurrir algo así. Este es precisamente el tema del movimiento Surrealista, es decir, representar paisajes irreales o irrazonables a nuestra consciencia. Sin embargo, los mismos surrealistas como Dalí confrontaban el hecho acerca de si nuestra realidad, tal cómo se percibe, es realmente algo al que el humano debe aferrarse, a lo cual el hombre debe tener fe. Los surrealistas creían más en el hecho de que los sueños podían ser tan verdaderos como la realidad misma. El objeto que aparece justo en medio del lienzo ha sido interpretado varias veces como el propio autorretrato del artista; no obstante, algunas personas observan una manta blanca, con una forma de ojo cerrado con largas pestañas, y una nariz de cuyo orificio asoma una lengua. Se trata de un detalle creado por el artista específicamente para engañar a la vista. El único hecho en el cuadro es que el tiempo aparece representado como algo abstracto, sin valor o forma que únicamente establece límites a la vida humana. Por otro lado, al fondo se aprecia un paisaje de peñascos, color amarillo, que refieren a las costas de Cataluña, el lugar donde el artista pasó su juventud. A partir de las ideas del psicoanalista Sigmund Freud, la pregunta que los surrealistas se formulaban era qué tan real es la realidad y cómo saber si nuestros sueños son la verdadera realidad. |
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