A diferencia de otras obras donde se admira la suntuosidad de las habitaciones privadas de la clase alta, "La recámara" de Vincent Van Gogh ofrece una mirada a la percepción más modesta e ingenua del artista, en la que él mismo toma por tema su propio dormitorio dentro de la pequeña casa amarilla en la que vivió en la ciudad de Arles. La vista de su recinto privado fue compuesta sin copiar estilo artístico alguno y en ello recae su originalidad. Se trata de un estilo totalmente innovador en el arte, tanto en el tema, como en el uso armonioso del color que, alejándose de las convenciones o el realismo, ofrece al espectador una idea fresca, ingenua y renovada de un tema sencillo. La obra se encuentra en el Instituto de Arte de Chicago y guarda unas dimensiones de 73.6 x 92.3 cm. Vista "In situ" de la obra en el Instituto de Arte de Chicago |