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Girasoles
Vincent van Gogh (1888) Francia |
En la literatura holandesa, los girasoles simbolizan la lealtad; para Vincent Van Gogh, el amarillo representaba la felicidad. Este cuadro, junto con otras seis versiones del mismo tema, fue realizado en una etapa de alegría del artista, mientras esperaba con ansias la llegada de Paul Gauguin a Arles, donde ambos artistas crearían una sociedad en la casa amarilla de Van Gogh. El artista buscaba impresionar a su amigo con su tema y su técnica. Una de las características de los Impresionistas era el contraste cromático para hacer resaltar los diversos colores, y así lograr un efecto iluminado en el cuadro; Vincent en cambio, utilizó una paleta de tonos amarillos: el fondo es amarillo, así como la mesa, el jarrón y por supuesto, los girasoles. Esto se debe a que el artista estaba más preocupado por los símbolos y significados en sus cuadros, y aun utilizando un mismo color, el cuadro tiene luz propia. Para crear este óleo, el artista utilizó técnicas diversas, desde el puntillismo, hasta gruesas pinceladas de color o "impastos", que texturizan de manera variada las flores. Esta obra se encuentra en la Galería Nacional de Londres y tiene unas medidas de 92 x 73 cm. |
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