Figura vanguardista de la historia del arte moderno, Vincent Van Gogh fue un artista autodidacta que comenzó a interesarse por la pintura hasta sus veintisiete años de edad. Su padre fue un clérigo protestante, y su tío un corredor de arte, tal como el propio hermano de Vincent, Theo, con quien fue a vivir a París. Sus primeros cuadros fueron inspirados por la obra de Millet, pero durante su estancia en la capital francesa, Van Gogh conoció la obra de los Impresionistas y quedó encantado por su paleta cromática, de modo que comenzó a copiar su estilo. En 1888 se fue al sur de Francia, a Arles, con la intención de formar una comunidad de artistas y durante el verano, Van Gogh pintó sus famosos cuadros de girasoles. Paul Gaugin, un artista contemporáneo amigo de Vincent, lo visitó en octubre de ese mismo año y trabajó junto con él por un breve período, pues ambos tenían ideas y opiniones muy diversas en cuanto al arte; las constantes críticas de Gauguin al trabajo de Vincent fueron muy duras para él y lo afectaron psicológicamente, de modo que en un acto desesperado se cortó su propia oreja. Fue ingresado a un hospital psiquiátrico y durante estos años de su vida el artista tuvo su etapa más creativa, en donde desarrolló su propio estilo. Se mudó posteriormente a Auvers-sur-oise, bajo el cuidado del doctor Gachet, donde pasó sus últimas semanas de vida realizando autorretratos. Su obra se expuso en el Salón de los Independientes en París, así como en la exposición de "Los veinte" en Bruselas en 1890, donde vendió uno solo de sus cuadros hacia el final de su vida. La obra de Van Gogh inspiró nuevos estilos de vanguardia, como el expresionismo y el fauvismo y su obra fue aclamada poco tiempo después de su muerte por su originalidad e intensidad expresiva. Touch Van Gogh: app for tablets. |