El Mundo del Museo





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Patio de la Hacienda de los Morales
Germán Gedovius
(1908)
México
Este cuadro ejecutado al óleo fue realizado por Germán Gedovius y ofrece una vista interior de la Hacienda de los Morales, propiedad de la familia Cuevas a donde llegaron a habitar Eduardo Cuevas Lascuráin y su esposa, Dolores Núñez Cuoto, en 1905. Ambos pidieron al maestro Gedovius que les diera clases de pintura, y desde entonces creció la amistad que se habría de prolongar hasta la muerte del artista en 1937. Inclusive, fue en este mismo lugar donde vivió sus últimos días. En los años veinte, la pareja acondicionó un estudio - habitación para el pintor en la hacienda. Gedovius llegó a ser padrino de bautismo de una de las hijas de los Cuevas, de nombre Magdalena, a quien retrató en uno de sus últimos lienzos. Esta "vista interior" conforma, de acuerdo al maestro colega de Gedovius, Leandro Izaguirre, un subgénero de la pintura de paisaje. Por estos años y a lo largo de la segunda década del siglo XX comenzó a desarrollarse en la pintura un interés por la representación de vistas urbanas y edificios coloniales. En la Academia, los maestros Federico Mariscal y Jesús T. Acevedo impulsaron el dibujo de edificios virreinales. Gedovius tomó parte de este movimiento que revaloraba el pasado colonial mexicano y este cuadro que nos presenta el interior de la Hacienda de los Morales lo demuestra. El lienzo es también anecdótico ya que refleja la convivencia del artista al lado de los Cuevas, y pudo ser su apego a esta familia el afecto que el artista tuvo por los temas y motivos coloniales. Gedovius inclusive elegía los marcos de sus cuadros dorados conforme al estilo colonial. El lienzo tiene un formato rectangular en vertical y presenta unas dimensiones de 75.5 x 40.5 cm. El formato probablemente tiene que ver con el objeto representado, pues el artista nos ofrece una vista vertical que abarca desde la parte más alta de la hacienda, como es el campanario coronado por un crucifijo, hasta el jardín con sus flores y árboles frutales rodeando una fuente circular. Se puede apreciar la arquitectura colonial de la hacienda con su característica arcada y su techumbre decorada con tejas de donde pende un enramado de bugambilias. Nada aparece ciertamente centrado en el espacio pictórico y esta decisión del artista responde a las innovaciones en la composición de las pinturas modernas en las cuales aparecen objetos o zonas recortadas por los límites del lienzo. En esta obra de Gedovius, la luz del atardecer pareciera provenir desde la izquierda superior del lienzo. Es posible observar la técnica pictórica del maestro en los empastes de pigmento que deja en cada pincelada de color, y que dan forma a las hojas y flores del jardín. La paleta con tonalidades oscuras visible en los primeros cuadros del artista adquirió poco a poco colores más vivos como se muestra en esta obra. Quizá esto se deba al contacto que tuvo el pintor con otros artistas de la Academia que trataban temas con mayor colorido, inclusivo poco naturalista, tales como Alfredo Ramos Martínez y Saturnino Herrán. La obra "Patio de la Hacienda de los Morales", fechada en 1908, forma parte de la colección Hacienda de los Morales en la actualidad.
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Museo relacionado Más


Museo Francisco Cossío
México
Este museo se ubica en una de las casonas más antiguas de la capital de San Luis Potosí, ubicada en la Avenida Venustiano Carranza, Col. Jardín. Fue construida originalmente para habitación de la familia del arquitecto Joaquín Meade Sainz Trápaga entre 1905 y 1920. Su diseño arquitectónico presenta un estilo ecléctico francés. La casona fue también residencia particular del General Lázaro Cárdenas. Posteriormente se convirtió en el famoso Hotel Vista Hermosa y después en una escuela primaria. En 1969, comenzaron los preparativos para convertir esta casona histórica en una casa de cultura. La remodelación estuvo a cargo de los arquitectos Franciso Javier Cossío Lagarde e Ignacio Algara. Este recinto cultural abrió sus puertas el 20 de noviembre de 1970. Desde su apertura al público y hasta su muerte, el Arq. Cossío fue director de esta Casa de la Cultura que en 2005 y por decreto del Congreso del estado, se convirtió en museo. Este espacio cultural ofrece al visitante siete salas de exhibición permanente, que abarcan tres áreas temáticas principales: antropología, arte e historia de la ciudad. Destaca la segunda sala dedicada a la obra de Germán Gedovius, uno de los más destacados artistas de las primeras décadas del siglo XX y maestro de la Academia de San Carlos, quien vivió su niñez en esta ciudad. La galería abarca un espacio de 60 m2 donde se exhibe uno de los acervos más ricos de su obra al óleo. Continúa el recorrido por la Sala Prehispánica que abarca un espacio de 256 m2; en esta sala se exhibe la "Cabeza huasteca", originaria de los antiguos habitantes en tiempos prehispánicos que ocuparon los estados de San Luis Potosí e Hidalgo. La Sala Capilla alberga una colección de mobiliario y textiles coloniales, que datan de entre los siglos XVI y XVIII. La última sala está dedicada a la muestra de artes aplicadas, donde se exhiben piezas artísticas de los siglos XIX y XX. Algunos de los objetos históricamente más importantes que resguarda el museo son un plano horizontal de la capital potosina y un piano de patente sonido 13 que perteneció al compositor Julián Carrillo. Además de las siete salas de exhibición permanente, el museo cuenta con tres salas reservadas a muestras temporales. Como una parte importante de los acervos históricos del museo, esta institución cuenta con tres bibliotecas especializadas: La Biblioteca Prof. Ramón Alcorta Guerrero, especializada en historiografía del estado potosino; la Biblioteca Dr. Guadalupe Victoria, especializada en historia del arte; y la Biblioteca Lic. Antonio Rocha Cordero, especializada en derecho. La casona histórica alberga el museo con sus colecciones, mientras que el edificio "Ramón Alcorta Guerrero" fue creado exprofeso para la ubicación de las bibliotecas, un auditorio, una fototeca, cafetería y restaurante. El museo ofrece al público conferencias y presentaciones de libro, así como cursos de historia del arte. ...
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Obra relacionada Más


Amapolas
Germán Gedovius
1910
Este cuadro ejecutado al óleo sobre tela presenta un formato casi rectangular y de dimensiones pequeñas (66 x 53 cm). Estas características son regulares en los cuadros de naturalezas muertas, un género muy practicado por los artistas holandeses del siglo XVII, a cuya temática corresponde la presente imagen. Sobre un fondo oscuro se aprecia con intensidad el florero de talavera que contiene un gran ramo de amapolas rojas y blancas. El vaso aparece totalmente centrado en el lienzo y se ilumina por una luz que penetra en el cuadro desde el frente del lienzo. Se trata de un gran manojo de flores de un intenso color rojo combinadas con otras escasas amapolas más claras que aparecen más recargadas y caídas hacia el lado izquierdo del lienzo. Una flor se percibe totalmente caída hacia al frente del cuadro, y su tonalidad de color rosado combina el intenso rojo y el suave crema de las amapolas. Casi todo el ramo ocupa la mitad superior del lienzo, en tanto que la otra mitad está ocupada por el jarrón con decoraciones en distintos tonos de azul apoyado sobre una mesa de madera. Aparecen pétalos de amapolas sobre la misma y alrededor del jarrón. Es impactante la técnica como ha sido trabajado el tema, la cual dista mucho de los planos pictóricos lisos de los maestros holandeses, pues en este cuadro se aprecia con claridad las pinceladas de color que dan forma a las flores y pétalos, y ofrecen un relieve a la superficie del cuadro. Esta técnica es característica de la pintura moderna que comenzó a propagarse en los últimos decenios del siglo XIX y que con mucha probabilidad Germán Gedovius conoció en la Real Academia de Pintura de Munich, así como en las exposiciones de los maestros de la pintura moderna alemana. Este tratamiento de los pigmentos también fue adoptada por sus contemporáneos alemanes como Max Liebermann y Lovis Corinth. Cada una de las pinceladas que el autor ejecutó para dar forma a los pétalos y la inclinación de su tallo se percibe con claridad sobre el lienzo. Destaca en el cuadro el gran colorido utilizado por el pintor, lo cual es una de las características más definidas de su pintura, a pesar de que se le ha catalogado como un artista de cuadros sobrios. Su fortaleza como pintor siempre se ubicó en su capacidad colorística por encima de su habilidad en el dibujo. Así mismo, destaca en el cuadro la idea de combinar flores abiertas, pétalos caídos y botones. La flor, en la iconografía del arte occidental, es una metáfora de la vida efímera. El cuadro aparece firmado y dedicado en la parte inferior derecha, sobre la mesa de madera. Se lee "A mi amigo Pablo G. Berazueta, Germán Gedovius. 1910." Berezueta fue alumno de Gedovius en la Academia de San Carlos y que debió abandonar sus estudios por razones familiares. El autor tomó un género antiguo en este cuadro e incorporó otros elementos nuevos y locales, como el jarrón de talavera, que sustituye a las cerámicas de la ciudad holandesa de Delft. La selección de los artistas por la representación de objetos cotidianos locales, así como la representación de paisajes mexicanos y edificios coloniales formó parte de un nuevo movimiento artístico, impulsado por la literatura de la época, que revaloró las raíces mexicanas, así como nuestro pasado colonial. El cuadro "Amapolas" actualmente forma parte de una colección particular. ...
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