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Cuervo gigante
Emily Carr (1931) Canadá |
En 1927, la artista Emily Carr, impulsada por los artistas del Grupo de los Siete, regresó a ocuparse nuevamente en su pintura. Entre 1928 y hasta el final de sus días tuvo lugar el período de mayor producción artística de la artista donde fortaleció su estilo con mayor creatividad. Esta pintura forma parte de esta etapa, y en la actualidad conforma una de las obras que le dio mayor reputación a su nombre. En el verano de 1928, Emily emprendió un nuevo viaje a Alaska para tomar apuntes del paisaje, la naturaleza y de los pueblos de las Primeras Naciones. "Cuervo gigante", que en inglés se conoce como "Big raven", representa la profunda identificación de la artista con el paisaje, así como su creencia de que "la naturaleza es una expresión tangible de Dios". La figura del cuervo se asemeja a los tótems creados por los pobladores de las Primeras Naciones en su tamaño, su forma abstracta, su imponencia y materialidad. Para crear esta pintura, Emily tomó las características estéticas del Fauvismo como el uso del color violento y expresivo. Por medio del color, la artista dio vida a la figura totémica y estática del ave por medio de tonalidades azuladas y violetas; los colores obscuros brindan solidez a su forma. Destaca el manejo de proporciones fantásticas para representar la naturaleza como los árboles, y la abstracción del terreno verde así como del cielo nublado que forma una inmensa capa violeta sobre el paisaje. Hacia el fondo, se aprecia el cielo abierto sugerido por líneas en vertical sobre un fondo claro. La obra fue ejecutada al óleo sobre lienzo y se exhibe en la Galería de Arte de Vancouver. |
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