Toulouse-Lautrec acudía, como la mayoría de los artistas y la clase media de París, a los centros de entretenimiento de Montmarte; pocos artistas como Henri lograron una representación tan rica de la vida social nocturna al interior del club. La luz artificial ya funcionaba en los lugares públicos más importantes de la ciudad, y en esta escena se aprecia con tenebrosidad el ambiente en el Moulin Rouge, como se manifiesta en la cara verde de la mujer, iluminada al frente de la escena. Detrás, alrededor de una mesa al centro del lugar un grupo de personas tienen una entretenida conversación, mientras el artista se autorretrata al fondo de la escena, caminando al lado de un hombre alto con sombrero. La obra al óleo se exhibe en el Instituto de Arte de Chicago y tiene unas medidas de 123 x 141 cm. Vista "In situ" de la obra en el Instituto de Arte de Chicago |