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El Cristo de la Sangre
Ignacio Zuloaga (1911) España |
Esta obra mereció al artista un gran reconocimiento a nivel internacional. Ilustra la innovación compositiva que crea el pintor en esta escena realista y llena de misticismo, pues alude a la espiritualidad y religiosidad de su pueblo. Realista es por la presentación de las figuras delgadas y de expresión seria en su papel de sacerdotes que presencian el acto de la crucifixión. El acomodo disperso de las figuras rompe con los esquemas más tradicionales de composición, pues un hombre observa de frente al espectador mientras otros dos a su derecha alzan su mirada en presencia de Cristo. El cuadro representa el misticismo de la religiosidad española, con su figura del Cristo lánguido y con cuerpo ensangrentado que recuerda a las procesiones de la Semana Santa. Por esta razón, la obra de Zuloaga se entiende como un emblema de la reflexión sobre la esencia española, que fue una constante en la obra de artistas contemporáneos conocidos como la "generación del 98". El cuadro fue exhibido en el Salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de París en 1912, donde recibió una crítica muy positiva por parte de Guillaume Apollinaire. La obra se exhibe en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y tiene unas dimensiones de 248 x 302 cm. |
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