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Mandora
Georges Braque (1909) Francia |
Georges Braque fue un íntimo colaborador de Picasso, y a ambos artistas se les reconoce el desarrollo de las teorías de Paul Cézanne en torno a la experimentación de la perspectiva en el arte. Ambos personajes, influidos por la muestra retrospectiva de Cézanne que tuvo lugar en París en 1907, se vieron en la necesidad de trascender el estilo de este artista, cuyos experimentos dieron origen al "Cubismo". Aunque este nombre no se refiere a la presencia de "cubos" en el lienzo, su fundamento es la representación de diversas vistas o perspectivas de un objeto, o de un paisaje, en un lienzo plano. Este estilo juega con la percepción y el espacio representado. En este cuadro, los colores "apagados" dominan en lienzo, lo que diferencia esta obra cubista del movimiento "fauvista" que prefería colores "encendidos", como rojo y anaranjado intensos. La paleta de colores neutrales, como grises y cafés, da a entender que se trata de un mismo objeto representado en todo el lienzo, es decir, unifican el tema. Es posible observar las cuerdas de la mandolina al centro del cuadro, y a partir de este elemento la imagen lleva a pensar en la forma, color y tamaño de una mandolina. Las formas de este instrumento son visibles en el lienzo de manera que las líneas verticales y alargadas, en conjunto con las curvas, refieren al cuerpo del objeto. Este cuadro es un ejemplo del denominado "cubismo analítico", un estilo de cubismo que se enfoca en la representación de distintas vistas y ángulos de un objeto sobre un soporte plano. De esta manera, es posible apreciar el instrumento de forma frontal, inclinada o transversal según la perspectiva desde la cual se aprecie el objeto. Esta obra se exhibe en el Tate Modern de Londres, y tiene unas medidas de 71.1 x 59.9 cm. |
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