En 1933, Diego Rivera fue contratado para realizar un mural en el Centro Rockefeller de Nueva York. Diego ideó un mural que llevaría por nombre "El hombre en la encrucijada contemplando con esperanza y ambición la elección de un mundo nuevo y mejor".
En esta obra mural, elaborada con la técnica del temple, el artista Diego Rivera decidió recrear una historia sintética de la historia de México, tomando como escenario la Alameda Central. El Hotel del Prado, para el que fue creado esta obra mural de