Este monolito de tres metros de altura fue recuperado de la antigua ciudad de Teotihuacán, cuya población tenía una variedad étnica importante. Chalchiutlicue era la diosa femenina pareja de Tláloc, dios de la lluvia. Ella era la deidad de las aguas dulces, así como de la fertilidad. Porta unas orejeras de jade, la piedra por excelencia símbolo de belleza y vida en las culturas de Mesoamérica. En sus representaciones pictóricas, la diosa porta un vestido con una gran cola de agua de la que penden caracoles. Museo Nacional de Antropología Vista panorámica de la Zona Arqueológica de Teotihuacan. |