El Mundo del Museo





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Antiguo Colegio de San Ildefonso
(1583)
México
Ubicado en la calle de Justo Sierra en el Centro Histórico de la capital mexicana, este recinto histórico fue creado para residencia de los colegiales de la Congregación de San Bernardo, San Miguel y San Gregorio en el siglo XVI. El Colegio más antiguo de la Nueva España tomó su nombre en honor del Santo Arzobispo de Toledo, quien escribió los fundamentos dogmáticos de la Compañía de Jesús en torno a la limpia concepción de la Virgen María. En 1618, funcionó bajo el Patrocinio Real de Felipe III. Su diseño arquitectónico, reconstruido en diversas ocasiones a lo largo del siglo XVIII, es uno de los ejemplos barrocos más sobresalientes de la Ciudad de México. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, el inmueble fue ocupado por el batallón del Regimiento de Flandes; posteriormente fue sede temporal de la Escuela de Jurisprudencia y de la Escuela de Medicina, y en 1847 y 1862 funcionó como cuartel de las tropas norteamericanas y francesas respectivamente. En 1887, Benito Juárez creó la Ley Orgánica de Instrucción Pública, con la cual se conformó la Escuela Nacional Preparatoria que se ubicó en este recinto. En 1910, la escuela pasó a formar parte de la Universidad Nacional y continuó su labor educativa durante las siguientes seis décadas hasta que el inmueble se cerró al público. En 1992, el edificio fue restaurado para albergar la exposición "México, Esplendor de 30 siglos" con la cual se inauguró la misión museística del recinto. El conjunto arquitectónico comprende dos grandes áreas: la primera que ostenta arquitectura de estilo barroco en sus tres patios, en los que se ubica el Colegio Chico y el Colegio Grande; la segunda comprende el área más nueva construida entre 1907 y 1931, en la que se ubica el Anfiteatro Simón Bolívar. El principal objetivo de este museo es "presentar exposiciones que familiaricen al público mexicano con la riqueza y diversidad de su patrimonio artístico", el cual comprende las obras murales presentes en los tres pisos del muro norte del recinto de autoría de José Clemente Orozco, como "La Trinchera", de 1923, y la creación de Diego Rivera en el Anfiteatro antes mencionado. Actualmente la institución es gestionada por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
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Museo de las Constituciones
México
Este museo perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México se ubica en el inmueble histórico que fue el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, fundado en 1572 por la Orden de los jesuitas. Una larga historia se desprende de los muros de este antiguo recinto colonial. La iglesia quedó abandonada cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de la Nueva España en 1767, y el edificio fue ocupado por los curas del Sagrario metropolitano. Todos los retablos, pinturas y obras litúrgicas fueron dispersados a otros templos y a la Catedral. En 1822, el edificio fue convertido en salón de sesiones del Congreso, y fue en este lugar donde Agustín de Iturbide realizó su juramento como emperador en mayo del mismo año. En 1824, el Congreso constituyente se reunió en este espacio para redactar la primera constitución del país, y en octubre del mismo año tomaron sus cargos el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, y el vicepresidente, Nicolás Bravo. Cinco años más tarde, el Congreso pasó a ocupar un salón construido ex profeso en el Palacio Nacional. Durante la década de 1840, la Iglesia celebró oficios religiosos quedando nuevamente abandonada en 1850 cuando el edificio fue ocupado como cuartel y luego Biblioteca del Colegio de San Gregorio. En 1853, la Orden jesuita fue restituida, pero tres años más tarde tuvo el mismo destino que las demás órdenes religiosas del país que fueron suprimidas. Durante la Intervención francesa, el inmueble fue ocupado por el ejército opositor, y fue hasta el año de 1882 que se le dio un uso distinto a sus espacios como correccional de menores. En 1920, por iniciativa del entonces Secretario de Educación Pública José Vasconcelos, el inmueble fue restaurado. Sus muros fueron dispuestos para la creatividad de la primera generación de muralistas del país. La cúpula del templo fue intervenida por la obra "El Zodiaco", de Xavier Guerrero. En 1921, Roberto Montenegro ejecutó el mural "El árbol de la ciencia", conocido también como "El árbol de la vida", considerado como la primera obra mural moderna. Los artistas Gabriel Fernández Ledezma y Julio Castellanos fueron sus ayudantes. Montenegro y Jorge Enciso diseñaron los vitrales del edificio con los temas de "Vendedora de pericos", "El jarabe tapatío", y "Escudo de la Universidad Nacional de México", ejecutados por Eduardo Villaseñor. En el inmueble se pueden apreciar también decoraciones con azulejos diseñados por el artista Fernández Ledesma. Durante la década de los veinte, el edificio albergó las oficinas de Campaña contra el Analfabetismo, la Escuela Popular Nocturna de Música, a cargo de Jesús Reyna Araoz en 1927, y posteriormente albergó un Museo de la Industria. Entre 1927 y 1930, los directores de la anterior Academia de San Carlos, Alfredo Ramos Martínez y Diego Rivera, convirtieron la nave del templo en espacios para talleres. En 1929, la antigua iglesia pasó a formar parte de la Universidad Nacional Autónoma de México. En los primeros años de 1940, el edificio fue remodelado por los arquitectos Jorge Medellín y Alfonso Pallares, y en 1944, el entonces presidente de la República, Manuel Ávila Camacho, inauguró la Hemeroteca Nacional en este lugar. Las publicaciones periódicas encontraron su nuevo espacio repositorio en el edificio de la actual Hemeroteca Nacional en la Ciudad Universitaria en 1979, diseñado por el arquitecto Orso Núñez. En 1995, el antiguo templo de San Pedro y San Pablo albergó el Museo de la Luz, creado por el Dr. Jorge Flores, la Dra. Ana Cetto y el Dr. Luis Peña. Fue en el año 2010 que por iniciativa del entonces rector de la Universidad Nacional, José Narro Robles, la UNAM creó el actual Museo de las Constituciones. Cada uno de los espacios de este museo está dedicado a la presentación del contexto social y político en que fueron formuladas las diversas constituciones de nuestro país, así como su vigencia. Comienza el recorrido por la Constitución de Cádiz de 1812, vigente en los últimos años del virreinato, y la creación posterior de la Constitución de Apatzingán en 1814 por José María Morelos y Pavón. Continúa el recorrido por la exposición sobre la Constitución de 1824 que fue elaborada en este mismo espacio del ex templo. A continuación se presenta un espacio dedicado al análisis de las Constituciones de 1836 y 1843, seguidas por el Acta Constitutiva de Reformas de 1847. El espacio siguiente aborda el contexto en que fue elaborado el Plan de Ayutla y la lucha entre los partidos liberal y conservador, seguido de un espacio dedicado al análisis de la Constitución Federal de 1857, la cual dio origen a los Estados Unidos Mexicanos. Las últimas salas están dedicadas a la presentación de las Leyes de Reforma, incorporadas a la Constitución de 1857 por la República Restaurada de Manuel Lerdo de Tejada. Finaliza el recorrido con una breve historia del pasado mexicano, desde el período del Porfiriato y la Revolución mexicana hasta la instalación del Congreso Constituyente, el cual elaboró nuestra Carta Magna actual el 5 de febrero de 1917. ...
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La trinchera
José Clemente Orozco
1923
Esta obra mural, realizada al fresco, se ubica en el muro norte del Patio Grande del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Durante esta década pos-revolucionaria en que fue realizada, el tema de la revuelta mexicana fue ampliamente representado por Orozco en sus obras de caballete, y en esta obra mural el tema es aún más trágico. En el mural aparecen tres figuras de hombres al centro cuyos rostros no es posible observar. El primero, del lado izquierdo, porta un par de cananas y aparece cayendo sobre el segundo, que nos muestra su torso desnudo hacia al frente y que cae con sus brazos extendidos en forma de cruz sobre un gran bloque de piedra. Un tercer hombre aparece arrodillado y cubre con su brazo izquierdo su rostro, lo que se puede interpretar como su involuntad por presenciar el dolor y la muerte que emana de la lucha revolucionaria. La composición del cuadro sugiere líneas diagonales que conforman los cuerpos inclinados hacia el extremo superior derecho de la pintura. El bloque de piedra ha sido representado con inspiración cubista, pues se advierten diversos ángulos de la piedra sin poder lograr conocer la forma de la piedra en toda su superficie. Pareciera como si el mural representara una yuxtaposición de estos hombre vista desde arriba, sobre la superficie de la piedra, y a su vez vista de frente, como corresponde la vista de perfil del hombre arrodillado. Resalta el intenso color rojo vivo del fondo desarticulado de la composición, con lo que se intensifica el tema trágico de la Revolución Mexicana. ...
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