Cuando el emperador Augusto regresó de la Galia y España, el senado romano decretó que debía consagrarse un "ara" conmemorativo donde habrían de colocarse ofrendas cada año. Este museo, como su nombre lo indica, conserva una reproducción de este altar, cuya dedicación se celebró el 30 de enero del año 9 a.C. El altar se edificó en la meseta del Campo Marcio septentrional que comenzaba a urbanizarse y donde anteriormente se llevaban a cabo prácticas militares y demostraciones gimnásticas. El Ara Pacis sucumbió ante las inundaciones del Río Tíber algunas décadas después de su construcción, por lo cual fue creada la construcción rectangular para protegerlo, sin embargo, esto no funcionó. A 300 m del altar se construyó un "Horologium" reloj solar, así como el mausoleo de Octaviano que también fueron destruidos. El Ara Pacis fue un hallazgo arqueológico cuya recuperación abarcó desde el siglo XVI al siglo XIX. El altar fue encontrado en el Palazzo Fiano-Almegiá. Ya que el monumento se encontró gravemente deteriorado y en pedazos, en enero de 1937 se decidió su reconstrucción y se destinó un pabellón en Lungotevere, en la Vía Ripetta para su exhibición, que sería el antecedente del Museo del Ara Pacis. Durante la Segunda Guerra Mundial, el pabellón debió ser fortificado con roca, y fue hasta 1995 cuando el Ayuntamiento decidió restaurar el edificio nuevamente tras el acristalamiento del inmueble que tuvo lugar en 1970. Página del Museo del Ara Pacis |