En la antigua ciudad de Pompeya se encuentran diversos ejemplos de frescos realizados en interiores de las casas que afortunadamente permanecieron intactos hasta el siglo XIX, cuando fueron descubiertos durante las excavaciones de la ciudad. Con la erupción del volcán Vesubio, toda la ciudad fue sepultada bajo metros de ceniza y roca, de manera que las pinturas al interior de las casas se conservaron. Este fresco probablemente representa un ritual al dios del vino Dionisio, un culto que no era permitido por lo que se llevaba a cabo de manera oculta y en lugares cerrados. Los personajes que aparecen en el fresco son de tamaño natural, como si estas personas fueran parte del ritual que se llevaba a cabo dentro de la habitación. Este estilo de pintura se caracteriza por las decoraciones de los muros con elementos arquitectónicos como columnas, arcos e inclusive esculturas para proporcionar un ambiente más sofisticado al espacio. Panorámica de la zona arqueológica de Pompeya Soprintendenza speciale per i beni archeologici di Pompei, Ercolano e Stabia |